El jueves 19 de noviembre de 2015 se murió una de las personas más buenas y alegres que yo he conocido y de la cual también era su amiga, MANOLO EL ESCHANGAO, le conocí hace 25 años por mi marido que le conocía del barrio El Candil y por su tienda en la calle Sevilla, siempre te recibía con una sonrisa y alegre, se interesaba por tu vida y por tu familia, pero no cotilla.
Era bueno, generoso, alegre, buena persona , buen amigo; una vez cuando nos veíamos en los bares del barrio del Candil le pregunté que porqué le llamaban el eschangao y me dijo que porque estaba estropeado, como los juguetes medio rotos.
Toda su vida desde niño ha sido muy dura, hasta los 11 años no empezó a andar, siempre con aparatos pero se reía y decía : Que no era para dar pena, que él era especial, que así tenía más cosas que contar que el resto de los niños, porque desde bebé le habían tenido que hacer bastantes operaciones de las piernas y sobre todo de los pies.
Yo bromeaba y le dije una vez que al final le iban a cortar el pie y me dice: “claro que sí, es lo que quiero, así me suben la paga, que ahora me dan una mierda” y se reía, tengo tantas cosas para contar que necesitaría 2500 hojas por lo menos, en otra ocasíon le dí por detrás en las corvas de las rodillas y se cayó al suelo en el bar y yo me puse a llorar y y pedirle perdón y me dice: “¿ves porqué soy el eschangao? Porque las piernas son de mentira. Pero no llores Rosi, que se te va a quitar la pintura, que para una vez que te pintas mucho...” y se reía, siempre se reía , todo para él era para sacar una sonrisa
Se llevaba bien con todo el mundo, aún siendo de ideas políticas diferentes era amigo de todos, e incluso iba a misa, llegaba el primero y se sentaba detrás del coro, en el tercer banco y salía el último, le pregunté que porqué el último y me dice “que los abuelos y abuelas van corriendo al vermut y van más rápido que yo”.
No son palabras vacías porque se haya muerto, es la verdad de su persona, como dice Pepe, el cura de nuestro barrio: “era encantador y no creo que tenga ningún enemigo por su forma de ser”.
Manolo tu vida ha sido muy dura, pero tú la hiciste que fuera fácil, dando ánimos a todos. Siempre tenías una palabra amable y alegre para todos, para en definitiva sacarle una sonrisa.
Gracias Manolo por enseñarnos a tomar la vida con alegría. Gracias por enseñarnos a tratar mejor y con buen humor a los demás y sobretodo gracias por compartir con nosotros tu amistad.
Pues hasta siempre Manolo Eschangao Amigo, y allí en el cielo harás reir y serás Feliz mucho más que aquí.
No se olvida a quien se quiere.
Siempre estarás en el Candil.
Rosy
